viernes, 19 de septiembre de 2008

Sobre las minorías




Una vez escuché decir a Eduard Punset que uno de los problemas de nuestro país reside en la sobrerrepresentación de las minorías, y no puedo estar más de acuerdo. Es cierto que a las minorías no hay que excluirlas, que el pez grande no debe comerse al chico, pero tampoco creo que la solución sea darles más importancia de la que se merecen. Creo que todos los peces deben coexistir y convivir pacíficamente en los mares de una sociedad democrática y libre. Después de 30 años de democracia, es una obligación de todos que los colectivos maltratados antaño reciban un trato justo y sean reconocidos, pero sin ánimo de revanchismo. Como bien nos enseño George Orwell con su Rebelión en la granja, los pueblos opremidos suelen caer en el error de convertirse en opresores cuando son liberados. La venganza no conduce a nada.

Todo esto lo digo porque creo que puedo extrapolar lo dicho antes a diversas situaciones que en mi opinión están impidiendo (o dificultando) el progreso de nuestro pais. La minorías nacionalistas sobrerrepresentadas en el parlamento son las que finalmente siempre gobiernan, gane quien gane las elecciones, y son las que estan destrozando el país (a fin de cuentas es su objetivo para así poder independizarse) y separando a los españoles, creando ciudadanos de primera y de segunda, según sean de una zona u otra, según la lengua que hablen y según sean nacionalistas o no.

Por otro lado, me parece curioso que hoy en día en España esté mejor visto ser homosexual que católico (yo no soy ni lo uno ni lo otro), cuando en España hay muchísimos más católicos que homosexuales. Yo creo que ninguno de los 2 debe ser ni bien ni mal visto, que no tenemos que mirar ni clasificar a la gente según su religión, sexo, orientación sexual, orientación política, cultura, lengua, lugar de nacimiento o su color de piel... que debemos mirarnos como personas, sólo eso. Y si juzgamos a las personas, que sea por como son, y no por lo que son. Se es lo que se es, y esa es nuestra esencia; nuestros sentimientos y pensamientos. Lo importante es como seamos, nuestra bondad y maldad.

Resumiendo, que se puede no marginar sin sobrerrepresentar, que todos nos merecemos lo mismo y que aprendamos a mirarnos sólo como personas, que somos más parecidos de lo que pensamos.

Icu.

1 comentario:

MBD dijo...

Lo has explicado tan detalladamente, que no puedo alegar nada más. Simplemente, estoy de acuerdo contigo.