viernes, 19 de septiembre de 2008

Los intelectuales (II)

Se me ha olvidado antes abrir otro debate que no tiene que ver con la política, pero que consiste en el concepto que se tiene de "persona culta".

Una persona que sepa un montón de historia, de política, de filosofía, de literatura... no cabe duda de que posee una cultura envidiable y admirable. Pero, sin embargo, da la impresión de que la "intelectualidad" sólo está reservada para las personas de letras. ¿Acaso un astrónomo, que conoce el Universo mejor que nadie, o un metalurgista, que conoce las propiedades de los materiales con los que se fabrican las cosas mejor que nadie, o un matemático, no son también personas que tienen una cultura envidiable y admirable?

2 comentarios:

Icu dijo...

Bueno, yo entiendo por persona culta aquella que tiene cultura, que tiene conocimientos importantes incluso de materias que no le afectan profesionalmente.

¿de que materias hablamos? pues de futbol o prensa rosa exactamente no. Yo creo que esas areas del conocimiento que "hacen culta" a una persona son las cientificas, medicas y el arte (incluyendo aqui cine, literatura y espectaculos).


Por otro lado, una persona culta no es una persona intelectual, aunque para ser intelectual sea imprescindible ser culto.

Ademas de eso, creo que un intelectual se preocupa por analizar los problemas de la sociedad y la vida para madurar soluciones. Un intelectual debe fomentar el progreso...

Esa es la percepcion que tengo yo de ambos conceptos.


Icu

Anónimo dijo...

Creo poder dar una respuesta clara y concisa, y a su vez sólida, a la pregunta que formulas en tu ensayo crítico (en este caso sobre la intelectualidad humana).

Pues bien, en primer lugar, decir que la cultura supone un conjunto de conocimientos de todas las áreas del "saber humano" (sin exclusión alguna) y la intelectualidad hace referencia a la labor o condición de intelectual, esto es, a aquellas personas que durante su vida emplean, en mayor o menor medida, un tiempo al estudio de la realidad o a la realización de una reflexión crítica de la misma. Por tanto es importante discernir ambos conceptos.

Pero el problema llega, como casi siempre, cuando se trata de encasillar a los intelectuales o dar mayor o menor relevancia a las áreas de estudio o dedicación de los mismos. Ya que el intelectual maneja cultura, el problema reside, a mi juicio, no tanto en su labor como persona sino en el área o materia con la que aquél trabaje; y aquí viene la esencia de la cuestión planteada: la clasificación dicotómica del "saber humano", de la cultura en "Ciencias del espítiru" (lo que engloba vastamente a las denominadas Humanidades y Ciencias sociales y jurídicas) y "Ciencias" en sentido estricto (que engloba a las conocidas como Ciencias puras, exactas y aplicadas). Todo aquel que pueda hablar mucho y bien de las primeras será tan culto como quien pueda hacerlo de las segundas, tan intelectual en su dedicación personal y tan digno de aplauso y veneración, pero por la gran incultura general popular, una persona que hable de Historia, Filosofía o Política, entre otras, convencerá más (o, si se quiere, gozará de mayor entendimiento entre las masas sociales) que otra que sólo hable de átomos, iones o electromagnetismo... las primeras "Ciencias" conforman lo puramente humano, lo social, lo cotidiano, y las segundas "Ciencias" configuran, sin embargo, lo invisible a la percepción humana, lo inexplicable sin las teorías científicas de antaño, y en síntesis, lo desconocido para quien no se ha formado específicamente en ello.

Así, mi aplauso y admiración tanto para las personas que dedican su tiempo libre a adquirir conocimientos en las más remotas áreas del saber, como para las que dedican su vida a ello con una finalidad siempre constructiva, es decir, los intelectuales.

Un saludo

***Chema***